jueves, 29 de agosto de 2013

Mandawa, una galería de arte al aire libre


Mandawa es un lugar interesante para visitar que se encuentra a unos 250Km de Delhi. El trayecto por carretera es lento, teniendo en cuenta el atasco que encontramos al salir de Delhi y el estado de las carreteras empeorado por el agua de las inundaciones y las vacas por todos sitios. Tardamos más de 7 horas en llegar incluyendo la parada para comer. 


Mandawa fue uno de los lugares base donde se detenían los comerciantes de la Ruta de la Seda que conectaba el Medio Oriente con China. Crearon aquí un fuerte para estar más protegidos y a su alrededor, los mercaderes ricos construyeron las famosas havelis que son casas palaciegas con las paredes decoradas con preciosas pinturas. Nuestro interés por visitar Mandawa estaba en ver estas havelis que ahora son habitadas por familias humildes que dejan entrar a los turistas para visitarlas.

Fuerte castillo de Mandawa

Tuvimos la suerte de que nuestro alojamiento fuera el mismo Fuerte castillo de Mandawa hoy convertido en hotel. Esta fortaleza del siglo XVIII está muy bien conservada, tiene unas pinturas preciosas en sus paredes y algunas antigüedades. El lugar es precioso y las habitaciones te transportan a otra época, parecen salidas de las mil y una noches.



Pasear por las calles de Mandawa es como estar viendo una galería de arte al aire libre ya que podemos contemplar muchas havelis decoradas con frescos en sus paredes. Es curioso ver la variedad de los temas de las pinturas donde se pueden ver escenas de caza, animales, leyendas de la zona,... pero lo que más nos llamó la atención fue ver algunos dibujos de bicis, aviones,.. donde se ve la influencia británica que llegó en el siglo XIX.



Por la zona comercial del centro había mucho movimiento de gente y vehículos, puestos de frutas y verduras y vimos las tiendas típicas como la zapatería, la farmacia, la sastrería con las clásicas máquinas Singer, el planchador con las antiguas planchas de hierro rellenas con carbón,... nos daba la impresión como si hubiéramos vuelto atrás en el tiempo. Nos llamó la atención ver como publican en la calle las notas de los mejores estudiantes con sus fotos para que todo el mundo los vea.


Mandawa nos gustó por el encanto de sus havelis, sus pinturas y del fuerte, es una parada muy interesante en la ruta de Delhi a Bikaner, totalmente aconsejable!



lunes, 26 de agosto de 2013

Visitando Delhi


Delhi es la capital de la India y está dividida en dos sectores: Vieja Delhi y Nueva Delhi. En nuestro viaje a la India, llegamos a Delhi tras vivir una experiencia inolvidable e impactante en Benarés. Nuestra primera toma de contacto con Nueva Delhi fue ir hasta Chandni Chowk en metro, dentro de la estación nos encontramos con una multitud de hombres, mujeres pocas y si había alguna iba acompañada por un hombre. En el andén no nos sorprendió ver un vagón reservado solo para mujeres, realmente intimida la forma en que los indios se te quedan mirando descaradamente aun yendo acompañada...



Al salir del metro, nos encontramos con el caos, la multitud, la suciedad,... todas las miradas iban hacia el par de turistas en mitad de aquel gentío y desorden. Llegamos a la calle principal, llena de comercios y gente por todos sitios, unos de pie comiendo, otros echados por el suelo en unas condiciones de pobreza y suciedad que no habíamos visto antes. Aunque llevábamos la cámara encima no hicimos ninguna foto de la zona por la sensación de inseguridad pero os dejo un foto de web. Nuestra idea inicial era comer por allí pero los sitios que estábamos viendo tenían unas condiciones higiénicas deplorables, por suerte dimos con un McDonals como si fuera un oasis en el desierto!.

Chandni Chowk (imagen de web)

Las siguientes visitas a la ciudad ya las hicimos acompañados por un guía, realmente creo que ésta es la manera más segura de descubrir el país, al menos nosotros por libre no iríamos. Lo primero que vimos fue la Mezquita de Jama Masjid conocida como Mezquita del Viernes que es la mayor de la India. Nada más entrar, hay que descalzarse, las mujeres se tienen que poner una bata y los hombres un fular, no quise ni pensar cuanta gente se habría puesto esa bata!.


La mezquita es preciosa de color rojizo con tres cúpulas de mármol blanco con vetas negras y dos minaretes a los lados. Entramos en la sala de rezo que tiene en el suelo unas marcas rectangulares del espacio que debe ocupar cada persona. Vimos a hombres allí estirados, da la sensación de que están haciendo la siesta más que rezando...


Al salir de la mezquita pasamos por zonas tan caóticas donde parecía como si hubiera caído una bomba. Vemos también las murallas del Fuerte Rojo, larguísimas, midiendo un total de 2.5 km.


Seguimos el recorrido para ver el Raj Ghate Gandhi que es el lugar donde fue incinerado Gandhi en 1948. Es un sencillo monumento conmemorativo situado en el exterior con una llama siempre encendida. Se trata de una gran losa de mármol negro que tiene inscritas las últimas palabras que dijo Gandhi antes de morir: ¡Hey, Rama! que significa ¡Oh, Dios! y está adornada con pétalos de flores.

Raj Ghate Gandhi

Nuestro siguiente destino es el complejo de edificios de la Tumba de Humayun donde está enterrado el segundo emperador mogol. El mausoleo tiene un precioso jardín con canales, fuentes y estanques que recuerda mucho al Taj Mahal el cual se inspiró en Humayun que es la primera construcción de este tipo, tumba y jardín. En el interior del mausoleo pudimos ver en el centro de la sala principal la tumba de mármol blanco del emperador. En otras salas hay más tumbas de sus mujeres y de otros mogoles.


De aquí nos vamos hasta el Complejo Qutb donde vemos un conjunto de ruinas de templos, mezquitas y el altísimo minarete Qutb Minar hecho con piedra arenisca roja y mármol que mide más de 72m de alto. Realmente es precioso ver de cerca los detalles que tiene labrados donde hay versículos del corán.


El resto del complejo tiene ruinas muy interesantes algunas de ellas con una decoración bastante bien conservada como en la Mezquita Quwwat-Ul-Islam con la tumba de Iltutmish con las paredes labradas con detalle, realmente precioso. 


Vimos el Alai Minar que es un alminar inacabado que pretendían que fuera más alto que Quatb Minar, ahora solo se conserva su primera planta. También es curioso ver una columna de hierro de 7m de alto que no se ha corroído después de 1.600 años y que es lo único que queda en pie del antiguo templo hinduísta que hubo aquí. 

Alai Minar


Salimos del complejo y pasamos por delante del Palacio Presidencial que es la residencia del presidente de la India. Cerca está la Puerta de la India que es un gran arco conmemorativo de los soldados indios muertos en las guerras afganas y en la 1ª Guerra Mundial. 

Palacio Presidencial

Puerta de la India

Para finalizar el día pasamos junto al Templo Birla o Lakshmi Narayan Mandir, un templo hindú moderno construido en 1938 que es especial ya que se creó como lugar de culto para acoger a todas las castas.  

Templo Birla

Como veis, Delhi es una ciudad con muchas cosas interesantes que ver, no todo es caos, desorden y suciedad aunque hay que ir preparados para ver imágenes de pobreza extrema en cualquier esquina...



viernes, 23 de agosto de 2013

Benarés, dos días en la ciudad sagrada de la India


Nuestro viaje a la India empezaba fuerte visitando Benarés, ciudad a la que fuimos con sentimientos encontrados con ganas de querer conocerla pero con mucho respeto ya que sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Realmente, visitar esta ciudad ha sido el lugar más impactante de todos a los que hemos viajado. Las imágenes que vimos allí y los sentimientos que nos generó no serán fáciles de olvidar...


Benarés, Varanasi en hindi, está situada junto al río Ganges y es una de las 7 ciudades sagradas del hinduismo en la India. Visitamos la ciudad con un guía local conocedor de toda la zona y que nos llevaba a los sitios transmitiéndonos mucha seguridad. Nuestra primera visita fue al Templo de la Madre India o Bharat Mata que es curioso por tener dentro en el suelo un gran mapa de la India en relieve esculpido en mármol blanco. Hay unas escaleritas que bajan para poder ver el mapa desde el mismo nivel del suelo. En el templo también pudimos ver la pintura de la Madre India.


La siguiente visita fue ir a la orilla del río Ganges para ver la Ceremonia del Aarti al atardecer. Por el camino vimos a muchos jóvenes peregrinos vestidos de naranja que se dirigían también hacia el río. Estos peregrinos vienen caminando descalzos desde sus poblaciones con un kanvar sobre los hombros que es un palo que en cada punta tiene una botellita colgando. Cuando llegan al Ganges se bañan en el agua y llenan las botellitas para llevarlas de vuelta a su pueblo.


Durante el mes anterior había llovido mucho y el río estaba muy crecido cubriendo parte de los edificios junto a la orilla y también los ghats, que son las escaleras que llegan hasta el agua. También estaba prohibido navegar en barca por las fuertes corrientes del río y la zona de baño estaba delimitada por unos palos como barrera para que no se llevara a nadie la corriente. 


Llegó la hora de la Ceremonia Aarti que debido a las crecidas del río no se realizaría en el Ghat Dasashwamedh donde se hace habitualmente, sino dentro de una sala abierta al río. El Aarti es un ritual hindú que se hace como ofrenda a Ganga la diosa del río y los elementos que utilizan son las flores, el incienso, el sonido de campanas, las caracolas, el agua y el fuego.


La ceremonia comienza con cantos y dando palmas, luego los encargados del aarti, jóvenes miembros de la casta brahman, encienden incienso mientras tocan unas campanas y de fondo suenan un tambor y un gong. Luego cogen una especie de jarra de la que sale mucho humo que llega a invadirlo todo, entre el olor a sándalo, el sonido de percusión de los instrumentos y el calor se hace un poco asfixiante, supongo que cuando se realiza al aire libre no es tan agobiante.


Llega el momento de ofrecer luz al Ganges como señal de gratitud, utilizan unos candelabros llenos de velitas encendidas y luego unas grandes lámparas encendidas con fuego. Por último, cogen unos abanicos hechos como de plumas y los mueven al son de las campanas. Sin dudarlo somos conscientes de que estamos viviendo una experiencia única!.


Salimos medio anestesiados de allí por los sonidos de caracolas, instrumentos, el olor a incienso, el calor... y nos encontramos en la calle en mitad de la multitud, el caos, la suciedad. Parece que estamos dentro de una especie de burbuja con un mundo tan diferente al nuestro... y cuando llegamos al hotel que es una miniburbuja de nuestro mundo, nos damos cuenta de lo afortunados que somos por las cosas que tenemos a diario y que no valoramos.


Empieza un nuevo día y amanece en Varanasi, vamos hasta la orilla del río Ganges para presenciar el ritual purificador de bañarse en las aguas del río. Bajamos andando por calles llenas de gente a esas tempranas horas, hay muchos peregrinos por todos sitios. Entramos en una especie de gran carpa que es un lugar habilitado como refugio para los peregrinos, está abarrotado de gente y muchos ya llevan sus botellas llenas del agua marrón del río.


En la zona del Ghat Dasashwamedh está ya la gente bañándose en el agua del Ganges para purificarse. Aquí choca nuestra diferente visión de las cosas cuando nosotros vemos como se están metiendo en el agua de uno de los ríos más contaminados que existen, vemos el agua marrón, muy sucia.. y por otra parte, ellos lo viven como todo un privilegio que los purifica ya que son aguas sagradas.


Vamos a un lugar más tranquilo, sin tanta aglomeración donde podemos disfrutar el momento frente al Ganges. Vemos a mujeres y niñas vendiendo unas velitas rodeadas de pétalos para ofrecer al río, les compramos un par y las dejamos sobre el Ganges hasta ver como se van alejando.


Ahora nos tocaba dar un paseo en barca por el río para ver los ghats y la ceremonia desde el agua pero como no es posible por la crecida, nuestro guía nos lleva a descubrir Varanasi introduciéndonos a pie por sus callejuelas. Calles muy estrechas donde se unen los malos olores, la suciedad, las vacas, cabras, perros,... de no ir con el guía no se como saldríamos de aquel laberinto de callejuelas.


Llegamos a una zona junto al río llena literalmente de montañas de madera cortada y allí cerca es donde han trasladado el lugar para hacer las piras funerarias ya que los lugares habituales están inundados. Para los hinduistas, morir en Benarés y que echen sus cenizas al río es la forma de ir al paraíso y terminar con el samsara que es el eterno ciclo de reencarnaciones.


Los hinduistas no incineran a las mujeres embarazadas, ni a los niños ni a los santones o sadhus sino que los echan enteros al río. Las demás personas que mueren en Benarés, dependerá de si tienen suficiente dinero para comprar más o menos leña para la incineración podrán ir a las aguas del río como cenizas o a medio quemar. Se nos ofreció la posibilidad de ir en barca hasta una pira funeraria que estaba ardiendo cerca, preferimos verlo en la distancia.


Paseamos un poco por los alrededores de esta zona donde almacenan la madera para las incineraciones y pudimos ver diferentes tipos de negocios relacionados con la muerte que nos impresionaron bastante. Uno era una tienda con las telas con las que envuelven a los muertos y el soporte hecho de bambú sobre el que los ponen pero el más espeluznante fue un local de fotografía encargado de hacer fotos a la gente muerta dentro de la pira, había fotos de muestra expuestas fuera.


Desde aquí el guía nos lleva a una callejuela donde está la entrada del templo Kashi Vishwanath, un importante lugar de culto de Benarés, que se encuentra junto a la mezquita Gyanvapi. Es una calle estrecha que impresiona ya que está custodiada con guardias armados al ser un lugar conflictivo entre hindúes y musulmanes donde hace años hubo un atentado. La idea de nuestro guía es llevarnos al patio del templo ya que al interior no podemos acceder. Antes de entrar se produce un momento de agitación y discusión entre gente que hay por la entrada, nuestro guía al ver el ambiente tenso desiste rápidamente de la idea de entrar y nos vamos rápido.

Terminada nuestra visita a la zona del Ganges, recorrimos 10km para ir hasta Sarnath, ciudad sagrada donde Buda pronunció su primer sermón y fue una famosa escuela de aprendizaje budista. Primero visitamos descalzos el Templo Mulagandhakuti Vihara nuevo de 1931 con unos bonitos frescos en sus paredes pintados por  el japonés Kosetsu Nosu donde se representa la vida de Buda. También está la réplica de la imagen de Mulgandha Kuti Vihar Buddha de piedra cubierta con pan de oro.


Cerca está el árbol bodhi sagrado procedente del original donde Buda meditaba y se puede ver transcrito su primer sermón.


Seguimos visitando la parte de las ruinas del templo por Deer Park, el paseo por aquí es muy tranquilo y se ven ardillas correteando por el césped. Nos encontramos con la gran Estupa Dhamekh de forma cilíndrica. Nos acercamos más a ella, es una mole construida con ladrillos y piedra que está tallada con mucho detalle.


Ya de vuelta a Benarés, hicimos una parada para ver este gran buda. Llegamos nuevamente al bullicio de la ciudad santa con muchas imágenes en la cabeza después de un intenso día. Al día siguiente volaríamos a Delhi para iniciar un circuito por la zona del Rajastán.


Visitar la India y en especial Benarés es un viaje al que hay que ir preparado sabiendo lo que vas a encontrar aunque... sería bueno que al menos una vez en la vida todos pasáramos por allí para valorar lo que tenemos y ser conscientes que aunque vivamos en el mismo planeta hay formas de vida tan distintas que merece la pena conocerlas. Si no habéis estado en la India ir, no os va a dejar indiferentes  ;-)