jueves, 2 de octubre de 2014

Día 7: Tokyo - De Harajuku a Shibuya y Roppongi

Japón en 3 semanas

Hoy tenemos planeado visitar la parte del Tokyo moderno, será nuestro último día en la cuidad hasta que volvamos nuevamente en la parte final del viaje así que... vamos a aprovechar al máximo!. 

Cogemos el metro y con la línea Yamanote estamos en Shinjuku en menos de media hora. Aquí compramos el Hakone Free Pass para tenerlo preparado para la excursión de mañana. Volvemos al metro y hacemos 2 paradas más hasta Harajuku. Como es pronto, dejamos para más tarde las zonas comerciales y primero vamos al Parque Yoyogi para visitar el Santuario Meiji que se encuentra dentro. La entrada al santuario es gratuita y localizamos dónde se encuentra por un gran torii de madera que marca el camino.


A estas horas ya empieza a quemar el sol pero hoy... llevamos nuestro paraguas plegable para resguardarnos, jejeje, lo compramos ayer en Odaiba y nos va a ser muy útil. Vamos paseando por un camino de grava ancho con grandes árboles a los lados que dan una sombra que se agradece mucho, el parque es por esta zona como un bosque de frondosos árboles. Hay bastante gente por aquí pero turistas occidentales vemos pocos, los que hay son generalmente japoneses. Caminando nos encontramos con una exposición de barriles de sake y enfrente con otra muy curiosa que no habíamos visto hasta ahora, son barriles de vino francés de Borgoña que donó el gobierno francés al santuario, el contenido... seguro que ya se lo trincaron los monjes, jejeje

 

Desde el torii hemos ido paseando unos 10 minutos hasta llegar al recinto del santuario que es grande y como se ve en la foto de abajo, tiene un gran patio exterior. Aquí tenemos la suerte de ver salir a unos novios con los vestidos tradicionales, que ilusión me hace!. Se ve que en este santuario es frecuente que haya bodas los fines de semana.

Santuario Meiji

En todos los templos y santuarios hemos encontrado siempre puestos de venta de amuletos, papeles de la fortuna y tablillas de madera. Los amuletos o engimonos sirven como protección o para dar suerte en el amor, los estudios, los negocios,... tienen diferentes formas pero los que más hemos visto han sido unos en forma de bolsita que me recuerdan a las bolsitas de infusiones. Si os fijáis, por la ciudad se pueden ver muy a menudo colgando de los bolsos de las chicas.

Amuletos (imagen de web)

Los omikuji o papelitos para leer la fortuna también estan siempre y en algunos lugares eran muy cucos, yo no me pude resistir y comprar aunque no entendiera nada de lo que ponían. Cuando a la gente le sale un papel con mala fortuna lo deja atado con un nudo en un lugar del templo, como en la foto de abajo, para librarse de ella.


Y para rematar os explico ya que son las tablillas o ema, son unas tablitas de madera con diferente dibujo y forma según el templo o santuario, sirven para escribir un deseo en ellas y dejarlas colgadas allí para que los deseos se cumplan.


Una vez vemos el templo, salimos del parque y nos dirigimos nuevamente a la zona de la estación de Harajuku ya que justo enfrente está la famosa Takeshita Dori, una calle comercial destinada a la gente joven que abre a diario a partir de las 11h. No es una calle muy larga, son unos 400m llenos de tiendas de todo tipo: de ropa con lo último en moda juvenil, de recuerdos, comida rápida,... Según había leído por esta calle se veía a gente disfrazada o con ropa rara pero nosotros no vemos a nadie. Creo que este día ha sido el que más calor ha hecho de todos, sufrimos un poco caminando por esta calle y nos tenemos que meter en un centro comercial pequeño que hay casi al final para refrigerarnos un poco con el aire, uaaah que calor!


De aquí volvemos a la zona de la estación y vamos al puente donde se supone que los domingos se reúnen grupos de cosplayers que son jóvenes disfrazados de forma extravagante para hacerse fotos entre ellos, pero aquí no había nadie, tampoco estan los roqueros que suelen bailar por aquí, nos quedamos con las ganas de verlos...  Una cosa que nos sorprende es una tienda que hay en la acera opuesta al puente con una cola tremenda de gente esperando para entrar con una especie de menú ya en la mano para ir escogiendo, creíamos que era un restaurante pero... cuando volvimos de nuevo a esta zona en la parte final del viaje y la volvimos a ver, descubrimos que era... continuará  ;-)

Pequeño trozo de la cola misteriosa...

En esta zona hay otra entrada al parque Yoyogi, damos un paseito y el ambiente es buenísimo!. Está lleno de familias en el césped pasando el día, de grupos de jóvenes ensayando bailes, obras de teatro,... vamos nos encanta y no estamos más rato por el calor derretidor. 

Parque Yoyogi

Seguimos andando hasta Omotesando, una amplia y elegante avenida arbolada de aproximadamente un Km de largo llena de boutiques, tiendas de marca, restaurantes y cafeterías de moda. Aquí se puede vivenciar la locura por el consumismo de los japoneses!. Entre la cantidad de centros comerciales están Laforet, Omotesando Hills, Tokyu Plaza,... vamos, un no parar!

Omotesando

Hay mucha gente por la calle ya que estan de rebajas y entre la multitud nos pasa una cosa muy graciosa y bastante friki, jejeje. Estan grabando en la calle para un programa de la tele de esos que hacen pruebas, nos paramos para chafardear que hacen y al ver a unos guiris occidentales les falta tiempo para ponernos el micrófono delante, jejeje. Menos mal que el chico habla inglés y nos enteramos de que iba la cosa: en un minuto una chica disfrazada de sirvienta tenía que dibujar nuestro retrato. Mientras ella lo hace, cayéndole unos goterones de sudor a la pobre por la tremenda solanera, el presentador nos va haciendo preguntas para amenizar. Al final, hacen la cuenta atrás y la chica termina su dibujo que luego nos regalan como recuerdo. Salimos muy favorecidos rodeados de dibujos de gatitos, gusanitos,... lo pasamos genial y tuvimos, nunca mejor dicho, nuestro "minuto de gloria" en la tele japonesa  :-)

 

Seguimos bajando por la avenida Omotesando y aquí descubrimos una tienda de una compañía japonesa de internet donde tienen algo que me encanta, el robot Pepper. Entramos dentro y el robot nos sorprende, es monísimo!. Es capaz de entablar una conversación e ir aprendiendo cada vez más cosas de su dueño, analiza la expresión facial y la voz para reaccionar de diferentes formas. Si tenéis la ocasión de verlo en persona es increible, tiene las manos que parecen de una persona, sus movimientos son suaves, vamos un humanoide total. Yo me lo hubiera traído, ohhh que carita tan mona tiene, hasta ahora solo habla japonés e inglés y su precio no me pareció caro, menos de $2.000.


Después nos acercamos al famoso Oriental Bazaar donde se puede comprar todo tipo de souvenirs y cosas típicas japonesas algunas a buen precio. Hacemos alguna compra y es una delicia como te lo envuelven todo tan bien, una maravilla.

Omotesando, zona del Oriental Bazaar

Para reponer fuerzas vamos a comer muy cerca del Bazaar a un restaurante de sushi con cinta donde nos ponemos las botas por 2.700 yenes los dos, riquísimo!. Mientras comes puedes ver delante tuyo a los cocineros cortando el pescado fresco y cuando alguien se va, dice algo en voz alta y los cocineros gritando contestan. Nos imaginamos que dirían que habían comido muy bien o algo así pero como decimos en broma, somos analfabetos, no entiendo ná!
Para más detalles sobre la ruta por Harajuku (clicka aquí).


Después de comer seguimos viendo tiendas por la zona y cuando nos cansamos, como vamos bien de tiempo antes de ir a Roppongi, cogemos el metro y en unos minutos nos plantamos en Shibuya. Al salir de la estación vamos a ver la estatua de Hachiko en honor al perro que después de morir su dueño seguía esperándolo en la estación.

Estatua de Hachiko

Muy cerca de aquí se encuentra el famoso cruce de Shibuya, lo cruzamos y subimos al Starbucks que hay enfrente para hacer fotos desde los ventanales de arriba. Suelen vigilar para que no se hagan fotos pero nosotros las hicemos y grabamos sin problemas. Sobre el cruce, supongo que íbamos con muchas expectativas, por la tele parece más grande pero la verdad es que si no fuera por la fama que tiene no le hubiéramos prestado más atención que a otros parecidos que hemos visto, tampoco es que hubiera mucha mucha gente,... Igualmente, no te puedes ir de Tokyo sin cruzarlo!

Cruce de Shibuya

Damos un paseo por la zona peatonal Center Gai llena de tiendas y restaurantes, allí hicemos un descansito y merendamos una rica copa de helado, ummm. Siguiendo por la zona pasamos por la Cuesta de España y por Dogenzaka "la colina del amor" que está llena de Love hotels que vemos desde afuera y algunas fotos del interior que exponen. La verdad es que me los esperaba con fachadas más llamativas, quizás es que no hemos dado con la zona donde estan los chulos...


Por cierto, aquí en Shibuya hemos visto una de las pequeñas comisarias de policía típicas de Japón que se llaman Koban, ésta se encontraba en mitad de la calle y nos llama la atención su original arquitectura que nos recuerda a la cabeza de un águila!. Para más detalles de la ruta por Shibuya (clika aquí).

Comisaría de policía Koban

Volvemos a la estación de Shibuya y cogemos el metro hasta la zona de Roppongi. Aquí se encuentra el complejo de edificios Roppongi Hills con la alta torre Mori que tiene a sus pies la misma araña gigante que hay en el Guggenheim de Bilbao. Pues en esta zona hay toda una invasión de Doraemons tamaño grande como promoción de la película "Stand by me", hay cientos de Doraemons y todos diferentes!!!


Investigamos un poco la zona y damos con una especie de terracita con una rosa gigante!. En cualquier rincón te puedes llevar una sorpresa, jejeje, pues desde aquí hay muy buenas vistas de la Torre de Tokyo que es de estructura muy parecida a la Torre Eiffel pero de color rojo y banco, es de estos colores por la regulación de aviación. Para ver más detalles de nuestra ruta por Roppongi (clika aquí).


Nuestra visita a Ropppongi termina aquí pero también está la zona de Tokyo Midtown, otro complejo de oficinas con una torre alta. Como ya estamos cansados nos vamos para el hotel y cenamos en un restaurante que tenemos cerca, es de éstos que tienes que eligir primero en una máquina lo que quieres y luego te lo llevan a la mesa en un momento.



Mañana toca excursión fuera de Tokyo así que nos vamos ya a dormir, a estas alturas llegamos por la noche con los pies desgastadiiitos, jejeje. Me tenía que haber llevado el reloj de running para ver cada día cuantos Km andamos, seguro que nos sorprenderíamos!  ;-)

Sigue aquí leyendo el día 8: Excursión a Hakone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario